Así, pues, de lo que recuerdo y de lo que no tengo memoria, de lo que sé y de lo que supe, de lo que perdí en el camino entre tantas cosas perdidas, de los muertos que no me oyeron y que tal vez quisieron verme, mejor no me pregunten nada: toquen aquí, sobre el chaleco, y verán cómo me palpita un saco de piedras oscuras.
No hay comentarios:
Publicar un comentario